El viaje | Uqui

El viaje a Nápoles para recoger el EDAwards me encuentra inmersa en la lectura de ‘El diseño como storytelling’ de Ellen Lupton. Ensayo y realidad fluyen durante el trayecto, en paralelo, fusionándose en mi mente como una sola historia. Acto I: la acción. El arco narrativo sigue el clásico viaje del héroe, donde el protagonista abandona su rutina para embarcarse en una aventura y regresa con una recompensa o transformación, o como en este caso, con ambas.

Acto II: la emoción. Lupton se cuestiona cómo unir la emoción al diseño. En este proyecto, la emoción está en su ADN. Se trata de una innovadora productora de semillas multi-especie, comprometida con recuperar la calidad de las variedades tradicionales. Estas pequeñas semillas, en el teatro napolitano Mercadante, se magnifican. Son semillas que pasan de generación en generación y que ahora podemos encontrar en la tienda de horticultura, listas para ser plantadas con la certeza de su trazabilidad. Pimientos, grelos, millo, fabas... Sementares.

Acto III: la sensación. Reconocer la importancia de la percepción y la cognición, los procesos activos y transformadores clave que encontramos en la representación gráfica de la marca. Cuando diseñé la marca de Sementares, al principio dudaba si sería demasiado arriesgado convertir la “m” en un campo sembrado. Sin embargo, ha sido plenamente identificada: esos surcos salpicados de semillas se transforman, gracias a la ley de Gestalt, en un símbolo reconocible.

Finalmente, se cierra el capítulo del libro con las secuelas. Además del trofeo, ha sido un viaje emocional interesante y transformador, recogido por diferentes medios como El Faro de Vigo, el Diario Cultural de la Radio Galega, Dixital, Logística-Press y la asociación de diseño DAG. En ellos se destaca que este proyecto puede servir como inspiración y ejemplo para otras empresas "el éxito de Sementares es un claro ejemplo de cómo la colaboración y el compromiso con la calidad pueden llevar a resultados excepcionales".